EL NIRVANA

Hace algunos siglos, en Tibet surgió una escuela de enseñanzas que tiene muchos paralelos con la Teosofía: La escuela Jonangpa. A estas enseñanzas se les define como “La doctrina del corazón”.
Existen siete diamantes o misterios: El buda, la doctrina (dharma), la comunidad (sangha), el elemento (dhatu), la iluminación (nirvana), las cualidades virtuosas (guna) y la acción (karma).
El Nirvana en sánscrito significa “Cese de la existencia material”. Dentro del budismo, el objetivo a alcanzar es aislarse del mundo hasta liberarse de todos los sufrimientos y placeres temporales.
Aunque según otras filosofías hindúes (Védicas), Nirvana significa no sólo terminar con la concepción materialista del mundo sino también iniciar la propia vida espiritual de uno, a través de la identificación propia con el alma, y ya no con el cuerpo, ni la mente, ni la familia, la sociedad, la religión, el país, o las épocas. En su estado más elevado, Nirvana significa estar completamente feliz, absorto en auténtica paz.
Nirvana es entonces un estado eterno del ser, en que la ley del karma y el ciclo de renacimiento llegan a su fin. Es el fin del sufrimiento, un estado donde no hay deseos y la conciencia individual llega a su fin. Aunque en mentes occidentales pueda sonar como aniquilamiento, los budistas podrían objetar enérgicamente tal idea.
Gautama Buda nunca dio una descripción exacta del Nirvana, pero su respuesta más cercana fue ésta: "Existe una condición donde no hay ni tierra ni agua, ni aire ni luz, ni espacio sin límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas ni falta de ideas, ni este ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa ni efecto, ni cambio, ni detenimiento, es como una esperanza eterna”.