LA MUSICA

Describir el concepto tangible sobre lo que es música, es más complejo de lo que parece; si bien es una organización lógica o abstracta de sonidos y silencios mediante los principios fundamentales de armonía, melodía y ritmo, también la música es expresión libre de elementos. Ambos generan corrientes auditivas de emociones.
Por otro lado, la música, definida por unos como el arte de pensar con los sonidos, va más allá de esa definición; se podría decir más bien que la música es el arte de sentir con sonidos, como prueba sensitiva.

Para definir la música existen dos tendencias a través del tiempo:
La primera de ellas, procede de la filosofía pitagórica y considera que la música está relacionada con las matemáticas, dado que se basa en correspondencias numéricas que se muestran en las distancias entre las notas y la longitud de las cuerdas en los instrumentos. Dichas correspondencias no serían sino el reflejo de la armonía universal, que se basaba toda ella en la proporción matemática. A causa de esto, se suponía también la existencia de una música cósmica, la "Armonía de las Esferas", que sería el sonido que harían los astros al girar.
La segunda de las tendencias se pone, por el contrario, en el lado del oyente y considera fundamental la capacidad de conmover de la música. La conciencia del poder de la música llevará a numerosos autores a clasificar melodías e instrumentos según el tipo de sentimiento que puedan despertar en el oyente e incluso a buscar modelos de música adecuados para cosas tan diversas como la educación o la medicina.
Fueron los griegos los primeros en sistematizar el efecto de la música sobre la conducta humana. Decían que podía aliviar a los deprimidos y detener a los violentos. Justamente, de Grecia proviene la acepción música: Mousikē Téchnē, "El arte de las musas", en honor a una de las nueve musas griegas: Euterpe, la Diosa de los sonidos, hoy música.

En principio, todo sonido es susceptible de convertirse en música, aunque cada uno de los sistemas musicales correspondientes a las diferentes culturas tiende a seleccionar un tipo de sonido en el que basar su música.
En el trascurso de la historia los sonidos han acompañado al hombre, incluso cuando hablamos de historias particulares como la vida de un individuo, la música se hace presente desde la niñez hasta el mismo día de la muerte. Durante ese trascurso la música se puede convertir en tristeza y alegría a la vez, sentimientos que pueden surgir de una misma melodía, dependiendo del ambiente y las circunstancias que estén afectando a la persona. La música no sólo afecta nuestro cerebro, sino que modula la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la respiración.
La música ha sido exaltada por diferentes personajes de la vida antigua y la vida contemporánea. El cuerpo también hace parte de la música como tal: el movimiento, el tono de voz, la expresión corporal, así como la concordancia entre el sentimiento expresado y el sonido emitido.
La música desde sus orígenes siempre ha sido grande; tal vez la imitación de la naturaleza y sus sonidos por parte del hombre y la utilización de instrumentos para tal acción hayan dado lugar al surgimiento de ella. Épocas como el barroco y el romanticismo dotaron a la música de un sentido sobrehumano incomparable con cualquier otra actividad artística y científica: polifonías, sinfonías, lieder, mazurcas, valses, polcas, polonesas, baladas, nocturnos, tocatas, zarzuelas y óperas hicieron de estas épocas un periodo glorioso para la música. El jazz, el rock, la música popular y la música experimental han tomado vigencia en la actualidad, pero a pesar de dicha fama no han desvirtuado el prestigio de los grandes clásicos barrocos y románticos.

Para la expresión gráfica de los sonidos, la música emplea el pentagrama, estructura de cinco líneas que precisa la altura de la nota a cuyo principio se coloca una clave que indica el nombre que toman las notas en el pentagrama.

El sonido tiene cuatro parámetros fundamentales: La altura, la duración, la intensidad y el timbre.
Muchos piensan que la música es un lenguaje universal, puesto que varios de sus elementos, como la melodía, el ritmo, y especialmente la armonía (Relación entre las frecuencias de las diversas notas de un acorde) son plausibles de explicaciones más o menos matemáticas, y que los humanos en mayor o menor medida, estamos naturalmente capacitados para percibir como bello.
Clasificación de Instrumentos:


-Instrumentos de cuerda o Cordófonos:
Son aquellos que suenan a través de cuerdas. Se clasifican de la siguiente forma:
a) De arco: violín, viola, violoncelo, contrabajo, viola de amor y viola da gamba.
b) De cuerdas punteadas: arpa, mandolina, bandurria, guitarra y clave.
c) De cuerdas percutidas: piano y clavicémbalo.

-Instrumentos de viento:
Suenan cuando se sopla a través de ellos. Se clasifican merced al material del que estaban fabricados. Con el paso del tiempo, algunos de ellos, como la flauta, han pasado a ser fabricados con otros materiales, aunque se ha buscado que su sonoridad no se alterase. Por esta causa, se les sigue situando en el mismo grupo.
a) Viento madera: flautín, flauta, clarinete, oboe, corno inglés y fagot.
b) Viento metal: trompeta, corneta, tuba, trompa, saxofón, cornófono.
Forman capítulo aparte instrumentos como el órgano o el acordeón en los que el aire es impulsado por teclas y la armónica, en cuyo sonido interviene de forma fundamental la lengua.

-Instrumentos de Percusión:
Suenan al ser golpeados y se clasifican de acuerdo a la forma de producción del sonido en Idiófonos (que resuenan en sí mismos, tales como las maracas, los crótalos, etc.) y Membranófonos (que resuenan a través de una membrana (tambores, timbales, etc.).
Una segunda clasificación se lleva a cabo según sean capaces de emitir sonidos afinados o siempre emitan el mismo:
a) De sonidos determinados: timbales, campanas, carillones, juegos de timbales y xilófono.
b) De sonidos indeterminados: bombo, tambor militar, redoblante, pandero, tamboril, platillos, triángulo, tamtam, castañuelas, etc.

-Instrumentos mecánicos:
Aquellos que reproducen música que ha sido previamente preparada y que se activa mediante algún mecanismo. Son instrumentos como el organillo o la pianola.
Los electrófonos son instrumentos en los que se emplea la corriente eléctrica para hacerlos sonar. Su empleo en las variantes de pop y rock, así como en la llamada Música Electroacústica les convierte en verdaderos protagonistas de la música de nuestros días, cuyas posibilidades no han hecho sino comenzar a desarrollarse.


Desde que un compositor concluye una obra hasta que ésta se interpreta en público son precisos ciertos pasos que van desde el registro de la obra por parte del autor para evitar el plagio hasta la búsqueda de intérpretes y de local donde llevar a cabo la interpretación o de una editora musical donde imprimir o grabar la obra. Estos aspectos, junto con la construcción de instrumentos, constituyen la industria musical.

Escuchaba la otra vez en un film algo muy cierto: “La música está en todas partes, solo hay que saber escucharla”.